Lo miras sobre la mesa.
A veces es cuadrado, a veces redondo.
Puede ser blanquito como la nieve, negro como la noche o colorido.
De cualquier tipo hace reír a todos.
A veces puede traer golosinas rojas o frutillas sabrosas.
En situaciones especiales está acompañado de un tipo larguito y delgado, de nariz encendida que tiembla al toque del viento y se apaga con un soplo.
En estas horas es lo más esperado, pero sólo le comes uno de sus pedazos al final y al cabo de todo el suceso.
Y siempre quieres más.
***
2 comentários:
tres deseos
y soplas
ojito:
se cumplen!
"abrí las manos y estabas"
las celebraciones siempre
ayer me he acordado de los tres deseos.
el primero ya se cumplió.
los otros, estoy segura que vendrán.
las celebraciones de la vida siempre.
gracias
y un beso.
Postar um comentário