14.4.09

:: foucault, magritte, pessoa, nietzsche :: estados de espíritos fantásticos


“A ficção consiste não em fazer ver o invisível, mas em fazer
ver até que ponto é invisível a invisibilidade do visível”.
M. Foucault

(La Philosophie dans le Boudoir, René Magritte)


"Há um tempo em que é preciso abandonar as roupas usadas,
que já tem a forma do nosso corpo,
e esquecer os nossos caminhos,
que nos levam sempre aos mesmos lugares.
É o tempo da travessia:
e, se não ousarmos fazê-la,
teremos ficado, para sempre,
à margem de nós mesmos."

Fernando Pessoa

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depois de uma conversa rápida com a minha amiga luciana gonçalves, comecei a pensar em algumas aprendizagens que podemos tirar da realidade que sofremos e da ficção que vivemos. aqui então postei algumas conclusões emprestadas desses espíritos fantásticos que nos ajudam a ver como "a vida é!" a partir de uma ilusão de ótica, pois talvez não suportaríamos encarar a realidade em sua nudez e brilho ofuscante. talvez se assim fosse nós não conseguiríamos viver para contar essa experiência. assim aconteceu com a ousada sêmele (mãe de dionisio) que morre fulminada depois de ver zeus em sua forma real e esplendorosa de deus. a arte e os mitos nos ensinam muito. a realidade não deve ser encarada de frente, deve ser vista através de frestas, de espelhos ou reflexos, com toda a precaução necessária que devemos ter quando nos colocamos diante do perigo - ela é a fera que nos espreita. senão, podemos ser transformados em estátua de pedra :: a imobilidade, a falta de re-ação frente a tomada de decisões. a realidade é essa medusa que combatemos todos os dias de nossas vidas e que a ficção nos ajuda a suportá-la, quiçá vencê-la. para isso criamos personagens de nós mesmos, multidões deles. aqui está também um pouquinho de minhas leituras de nietzsche.

bjs lu :*

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4 comentários:

Luciana disse...

ô minha flor, voce nao imagina como é reconfortante de repente pensar que a realidade coloca um bocado de espelhos pra nos ajudar a encará-la. mil beijos amiga, você é um algodãozinho no meu caminhar.

patricia mc quade disse...

te quiero guapa!
cúidate.
besotes.

Gabriela disse...

Los seis minutos más bellos de la historia del cine.

Sancho Panza entra en un cine de una ciudad de provincia. Viene buscando a Don Quijote y lo encuentra: está sentado aparte y mira fijamente la pantalla. La sala está casi llena, la galería -que es una especie de gallinero- está completamente ocupada por niños ruidosos. Después de algunos intentos inútiles de alcanzar a Don Quijote, Sancho se sienta de mala gana en la platea, junto a una niña (¿Dulcinea?) que le ofrece un chupetín. La proyección está empezada, es una película de época, sobre la pantalla corren caballeros armados, de pronto aparece una mujer en peligro. Inmediatamente Don Quijote se pone de pie, desenvaina su espada, se precipita contra la pantalla y sus sablazos empiezan a lacerar la tela. Sobre la pantalla todavía aparecen la mujer y los caballeros, pero el rasgón negro abierto por la espada de Don Quijote se extiende cada vez más, devora implacablemente las imágenes. Al final, de la pantalla ya no queda casi nada, se ve sólo la estructura de madera que la sostenía. El público indignado abandona la sala, pero en el gallinero los niños no paran de animar fanáticamente a Don Quijote. Sólo la niña en platea lo mira con desaprobación.



¿Qué debemos hacer con nuestras imaginaciones? Amarlas, creerlas a tal punto de tener que destruir, falsificar (este es, quizás, el sentido del cine de Orson Welles). Pero cuando, al final, ellas se revelan vacías, incumplidas, cuando muestran la nada de las que están hechas, solamente entonces pagar el precio de su verdad, entender que Dulcinea - a quien hemos salvado- no puede amarnos.

Agamben

patricia mc quade disse...

a veces don quijote,
a veces sancho panza,
otras dulcinea.
hay también otros personajes que cuidamos dentro de nosotros.
no sería una pregunta el misterio: qué debemos hacer con nuestras imaginaciones?
sería el misterio una admiración: cuánta cosa podemos hacer con nuestra imaginación!
la palabra en singular tiene el sentido más complejo e infinito.
este es el secreto.

agamben es otro espíritu fantástico que profana la realidad de la filosofia política transformándola en poesia.

gracias por el diálogo.
este fragmento yo no conocía.

bs y bjs